sábado, 30 de marzo de 2013

¿Llévame?

Y, ¿por qué no?

Estancado no, diferente sí!



Desde el punto de vista de una persona lejos de mi realidad diría eso, yo más bien te presto colirio para que veas mejor. No, estancado no es el término, lo utilizaste pésimo porque esa palabra significa paralizado, estático, invariable y no es mi caso. Yo, por el contrario, usaría la terminología que utiliza Neil Strauss en “The Game” -cambio de fase- primero porque me gusta la frase y segundo porque es justamente donde me encuentro hoy. Sí, estoy recorriendo ese camino en que pasas de un lugar a otro, de una situación a otra -mucho mejor-. Empezar ese tramo me llenaba de dudas porque no sabía cómo diantres hacerlo pero que al fin llegó, ¿y cómo? pues buscándola, encontrándola y aprovechándola. Eso no es estar estancado, no, no, es todo lo contrario, es su antónimo, su contracara, el antihéroe al aburrido superhéroe. Sí, me costó un huevo de avestruz pero aquí está y, ahora sí, es mi lugar, el momento correcto y el lugar indicado donde me gusta estar haciendo lo que me gusta hacer. Y sí, riendo todo el día porque a eso me dedico a reír, a pasarla mejor que bien y a ser mejor de lo que era. No te lo pierdas, estoy todos los días en el mismo lugar, sí, pero haciendo cosas diferentes. Estar en el mismo lugar viendo distinto, pensando distinto, haciendo realidad las distintas cosas no es estar estancado -como el agua de ayer en la puerta de mi casa- es estar en el lugar correcto. You are very welcome to come and see it by your own.

Ventana sin salida



… cerré la ventana y me arrojé sobre el lecho con un odio y unos celos horribles en el corazón, mordiendo mis dedos y mi manta como un tigre que llevara tres días en ayunas.

Luna



Mira cómo alteraste el clima, hiciste que salga el sol en pleno julio de invierno, bacanaza. Así de fácil le subiste los ánimos a la gente aburrida del constante cielo gris, maestraza. Por qué no hacemos un contrato para respetar, tú vuelves por las noches para loquear y nosotros, por ti, no nos dejamos de alegrar.

zien años de soledad


                                                 
      Crítica
 Quisiera vivir en zacatecas unos días. Quisiera despepsicocacolizarme y alejarme un poco de los extranjerismos y los carteles luminosos.
Mi ciudad también necesita despepsicocacolizarse, la gente se sigue copiando de los yankis, se sigue copiando de todo el mundo. Por eso envidio que aquí en el Perú no tengamos a un Federico Sescosse, pues a esta ciudad también le hace falta una cruzada estética que defienda al español y revalore la importancia del quechua.

Aquí la gente se avergüenza            de saber quechua cuando bien podría sentirse orgulloso de saber y conocer su propia historia, sus antepasados y todas esas fachadas de piedra tan hermosas que todavía se ven al interior de las ciudades. Incluso en la capital, pero ya no como antes. Cada vez son más los letreros de aluminio y en vez de peluquerías tenemos “Miguel Angel Coiffiure” o “Body Spa” o demás tonteras.

En lugar de hablar mal el inglés o escribirlo sin saber bien su significado preferiría que todos los peruanos sepamos hablar bien el español. Que sepamos escribirlo, pronunciarlo y lo admiremos.

Así como admiro a Gabriel garcía Márquez por ejemplo. Una admiración así de gigantesca hace falta hacia lo que es nuestro, hacia lo que heredamos por nuestros antepasados , hacia nuestra historia de héroes y derrotas. Hay demasiadas cosas para admirar en este nuestro lugar. Demasiada cultura y demasiados incultos. Demasiados problemas para el aprendizaje y, en su mayoría, mala enseñanza a nivel nacional.
Ésta debería dejar de ser un negocio, ser gratuita (o casi) y excelente en todo rincón del país.

Aunque la propuesta del autor colombiano y premio Nóbel de literatura me parece interesante y serviría mucho para agilizar el aprendizaje de las letras, las palabras, y el habla también sería un aprendizaje incompleto pues le haría falta una segunda parte que lo complemente y le permita leer toda la literatura hispanoamericana que ha sido escrita en el español que todos, o casi todos, conocemos.

Además la escritura jamás sería la misma. Gabriel garcía Márquez quizá no sufra muchos cambios, pero qué sucede si nos llamamos Héctor. Nos dirían Ektor, Egtor o qué?
Por un lado preferiría leer antes un libro de García Márquez escrito con este nuevo alfabeto que él quiera compartir con todo el mundo. Aunque he escuchado que ya no quiere publicar más. Entonces sea tan sólo una más de sus creaciones, como dice Álvaro Mutis “… muy típico de él pretender una libertad imposible”.

Aunque por otro lado quizá sí tenga mucha razón. Quizá sí pueda simplificar las reglas del lenguaje español. Sobre todo por las bolsas altas de analfabetismo y las dificultades de los niños para aprender las normas ortográficas. Por los estudios de investigación que ha seguido Raúl Ávila en México sí me animaría en apoyarlo, pues también es muy importante dedicarle más tiempo a la redacción que a las distintas formas que tenemos para expresarnos. Quizá después puedan enseñarles el resto de las letras (una segunda fase complementaria), sobre todo para que no dejen de leer todas esas obras literarias del español que hablamos todos los días.

El alfabeto internacional que propone Ávila es una solución atractiva que facilitaría la enseñanza de la lectura y escritura, como opina el Italiano y Mexicano Gutierre Tibón. Pero luego se tornaría en un problema de tiempo, costumbre, adaptación, etc.
Sería un experimento alterno que no sabría si animarme a probar. Quizá sí en algunas partes del mundo, donde haya más analfabetismo y menos literatura. Donde haya más necesidad de aprender a hablar y leer.

Como dice José Antonio Millán, también es una situación de cariño. “Humor, hermano, hortensia”. No se… en algunos caso la hache es como una madre o una hermana entre el resto de las letras, nadie las puede tocar, todos la respetan y han aprendido a quererla.

Como dice el poeta Octavio Paz “Si queremos saber a dónde vamos, hay que saber de dónde venimos”. Tampoco podría despedirme para siempre de la letra “h”.
GRACIAS LUIS 

Un miedo conocido



Sí, conozco ese miedo, es real. Es más, ese miedo del que dices no querer conocer se vuelve amigable, empiezas a convivir con él como si fuera parte de ti, de tu cuarto, del pasillo, de tu cuerpo, de la canción que escuchas, del párrafo que lees. Ese miedo que te acompaña cuando caminas las calles para conversar con él, para preguntarle por qué y por qué y por qué, ese miedo silencioso que no da respuesta alguna y acrecienta la incertidumbre, que te empequeñece, que te hace dudar. Es el mismo miedo que está en ti, que está en mí y que está en cada uno de nosotros cuando pasamos por esa etapa en la que no queríamos incurrir, y que a veces es inevitable. Ese momento cuando ella se aleja, cuando no está más, cuando deja al miedo entrar y ocupar su espacio. Sí, lo conozco y tengo que decir algo respecto a él: no es más grande que tú ni que yo ni que nadie, es simplemente que cuando ella decide partir se lleva la valentía que teníamos para protegerla y amarla, y quedamos indefensos. Ese miedo hay que conocerlo para poder combatirlo, para poder ganarle y superarle, para sentirnos victoriosos luego de una derrota en el amor, para poder ser feliz. Ese miedo existe y nos encuentra en algún momento y lugar, y sabes qué, te da lucha pero no te gana.

¿Tus ojos sirven?



¿Este dicho que reza “ojos que no ven, corazón que no siente” es aplicable también para los que no pueden ver, o sea, los que están ciegos? ¿Acaso los ciegos poseen un corazón insensible al no tener la facultad de la vista? ¿Y qué hay de los cíclopes?  Si éstos existiesen, ¿sentirían la mitad de lo que sentimos los que tenemos dos ojos?
Si siempre hay alguien con sus ojos esperando a otro alguien hasta el fin –como dice Fito- y tiene los ojos cerrados, NO va a ver al que llega, entonces que no lo espere mejor.
O como me dijo Rox ayer “lo esencial es invisible a los ojos” quiere decir que ¿las cosas indispensables desaparecen cuando uno las mira? O que no necesito del sentido de la vista para elementos fundamentales ¿? Me gustaría saber, Rox, cuáles son esas cosas principales de las que puedo prescindir sobre mis ojos porque por ejemplo, para rendir algún examen escrito necesito obligatoriamente ver dónde estoy escribiendo, o, hasta para un juego como las billas tengo que saber a cuál bola le estoy pegando -no digo que no se pueda porque existen ejemplos en ambos casos pero son excepciones -. Entonces,  lo “esencial” es más subjetivo que otra cosa. Tu esencial no es lo mismo que mi esencial ni que el esencial de toshío ni que el de Sky. ¿Puede haber un esencial general para todos?  Unos creerán que sí, otros no, yo…

Animal Triste



Por lo general, los animales son tristes. Y cuando un hombre está muy triste, no porque tenga dolor de muelas o haya perdido dinero, sino porque alguna vez por un momento se da cuenta de cómo es todo, cómo es la vida entera y está justamente triste, entonces se parece un poco a un animal; entonces tiene un aspecto de tristeza, pero es más justo y más hermoso que nunca. Así es, y ese aspecto tenías, lobo estepario, cuando te vi por primera vez.

Herman Hesse

Corazón Coraza



Porque te tengo y no
Porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos 
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo

pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
MARIO BENEDETTI

miércoles, 27 de marzo de 2013

1 + 1 = One Heart


Por qué eres cruel, por qué sigues buscando más excusas, más pretextos. No te dejes morir lentamente como dice Pablo Neruda sobre evitar una pasión y su remolino de emociones, sobre no arriesgar lo cierto ni lo incierto para ir detrás de un sueño o un amor, no lo evites, sé feliz haciéndolo.
El dormir sin ti es soñar contigo, a disfrutarlo he aprendido porque no te tengo conmigo, algo que al comienzo respirar no me dejaba pero ahora inhalo y sigo. Como sigo a los gatos por los tejados porque es un mundo nuevo, inhabitado por este felino ciertamente confundido, buscando por tu mirada, por tu maullido.
La espera agota tanto, tú sabes cuánto, el no saber de ti puede desgastar por dentro y por fuera, el pensar que te perdí sin una válida razón es como coger el corazón y expelerlo contra la acera.
Cómo puede ocurrir que salir del amor sea tan enrevesado, engorroso y embrollado si la entrada es tan simple y natural, tal cual. Quizá me lo busqué, quizá me lo encontré pero una cosa es cierta, aquí donde no estás mi corazón no estuvo más, porque me fui contigo, sí, en tu mismo corazón donde aprendió a enrollarse, porque el mío de la acera no volvió a levantarse.

Volando un poco más allá


La noche en que la acompañé al aeropuerto con la familia para despedirla se me cruzó por la cabeza una pregunta ¿y si terminamos para evitar la angustia que nos espera? al instante de terminar de elaborar esa interrogante me respondí ¡ni hablar! creo y me faltó egoísmo, “está claro que lo que hemos formado no es fácil de hallar y menos de romper, esa comunicación no verbal y esa calidad de relación, es inigualable”. Haremos todo lo posible para seguir y juntarnos luego, aquí o allá pensé, pensó, pensamos.
Distancia, basta distancia, un congelador eres, maldita, entumeces hasta las relaciones más unidas. Es así, por más que se esfuercen y se llamen seguido, usen skype, facebook, messenger y todas las  vías de comunicación posibles que puedas tener a la mano no ayudará, solo alargará el camino que recorrerán, un camino que daña a ambas partes, un camino que más parece un laberinto sin un final.
A veces pensar en uno mismo, y no en dos, no es tan malo, el problema era que llevábamos mucho tiempo así, fusionados, juntos y, de repente, el mundo con su geografía nos despegó, nos volvió a cada uno impar. No reflexioné sobre lo mal que la pasa la persona que se queda, evidentemente es peor que el que se va, porque todo sigue igual, todo, los lugares que frecuentaban, los que nunca fueron, las personas en común, las nuevas, las horas juntos, el tiempo separados esperando volver a juntarse. El que se va tiene todo nuevo, todo. Se sufre por ambos lados sí, pero en desmedida proporción.
Es cierto que el tiempo cura, lo sabía en teoría y me cansé de escucharlo repetidamente, pero no lo había experimentado en ese nivel, conocí la diferencia entre oírlo y vivirlo. Lo que una vez fue tuyo y ahora se extraña deja de tener la misma intensidad, deja de doler, la apatía se encarga de muchas cosas y los amigos hacen bien su trabajo de distracción. Cuando de pronto, súbitamente, vuelves a la normalidad, todo fluye como siempre ha sido, solo que uno ya no es el mismo, con respecto al amor, con respecto al entorno ni con uno mismo.
Ese irrisorio refrán que cuenta “si amas déjalo libre” que me sabía tan absurdo y me provocaba tantas náuseas se convirtió en una realidad, tuve que adoptarlo y, peor aún, darle la razón. Lo hice, no porque me lo supiera de memoria ni porque lo hubiera escuchado tantas veces sino, porque lo que sentía por esa persona era amor y, pues, era lo que tenía que hacer.
¿Amar de nuevo? claro que sí, pero antes, me voy volando un poco más allá.

Viceversa


Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte

tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte

o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.
MARIO BENEDETTI

Quisiera saber mujer


Quisiera saber mujer en qué piensas sentada frente a mí, pones tu codo en la mesa, apoyas tu lindo mentón en tu mano y pierdes la mirada en el  vacío mientras escuchas "esa" canción. Yo solo puedo dar un sorbo más a mi chela y prender otro cigarro, solo puedo preguntarme, ya que a ti no lo haría, me da miedo la respuesta.
Quisiera saber mujer qué entristecen tus ojos cuando nos hemos estado cagando de risa y ves una pareja perfecta que llega tomados de la mano, solo puedo esquivar tu mirada y esperar en silencio a que se me ocurra algo para hacerte reir, ya que si dejo tanta tristeza me roerá el corazón.
Quisiera saber mujer qué hiere tu alma de tal manera, que al caminar junto a mí escondes tus manos perfectas en los bolsillos, sonries un poco y te vas, solo me queda seguirte, caminar a tu lado sin hablar, mudo por la rabia de no poderte tomar de la mano, de sentir que realmente estás conmigo y no en otro lado.
Quisiera saber mujer qué hace que te veas tan indefensa cuando te abrazo y te aferras a mí pegando tu cara en mi pecho y tratando de controlar el llanto, solo puedo darte un beso en la frente y decirte que siempre estaré aquí para protegerte, mientras siento que podría vivir así toda mi vida y no te quiero soltar, pero tenemos que seguir caminando porque ya es tarde y tienes que regresar a tu casa.
Quisiera saber mujer qué es lo que sientes cuando me despido de ti, ¿lo mismo que yo? sé que no, pero me gustaría saberlo. Sé también que nunca te he dicho lo que siento y de repente ese es el problema, te acostumbraste a guardarte todo como yo lo hago o piensas en algo más, me da miedo perderte, no sé si esto que he escrito te llegue algún día, la verdad es que quisiera. N.N.

No te salves


No te quedes inmóvil 
al borde del camino 
no congeles el júbilo 
no quieras con desgana 
no te salves ahora 
ni nunca 
no te salves 
no te llenes de calma 
no reserves del mundo 
sólo un rincón tranquilo 
no dejes caer los párpados 
pesados como juicios 
no te quedes sin labios 
no te duermas sin sueño 
no te pienses sin sangre 
no te juzgues sin tiempo 

pero si 
pese a todo 
no puedes evitarlo 
y congelas el júbilo 
y quieres con desgana 
y te salvas ahora 
y te llenas de calma 
y reservas del mundo 
sólo un rincón tranquilo 
y dejas caer los párpados 
pesados como juicios 
y te secas sin labios 
y te duermes sin sueño 
y te piensas sin sangre 
y te juzgas sin tiempo 
y te quedas inmóvil 
al borde del camino 
y te salvas 
entonces 
no te quedes conmigo.
MARIO BENEDETTI

miércoles, 6 de marzo de 2013

El lobo estepario (1927)


Yo voy, lobo estepario, trotando
por el mundo de nieve cubierto;
del abedul sale un cuervo volando,
y no cruzan ni liebres ni corzas el campo desierto.

Me enamora una corza ligera,
en el mundo no hay nada tan lindo y hermoso;
con mis dientes y zarpas de fiera
destrozara su cuerpo sabroso.

Y volviera mi afán a mi amada,
en sus muslos mordiendo la carne blanquísima
y saciando mi sed en su sangre por mí derramada,
para aullar luego solo en la noche tristísima.

Una liebre bastara también a mi anhelo;
dulce sabe su carne en la noche callada y oscura.
¡Ay! ¿Por qué me abandona en letal desconsuelo
de la vida la parte más noble y más pura?

Vetas grises adquiere mi rabo peludo;
voy perdiendo la vista, me atacan las fiebres;
hace tiempo que estoy sin hogar y viudo
y que troto y que sueño con corzas y liebres

que mi triste destino me ahuyenta y espanta.
Oigo al aire soplar en la noche de invierno,
hundo en nieve mi ardiente garganta,
y así voy llevando mi mísera alma al infierno.

martes, 5 de marzo de 2013

Levántate



Uno se cae, pero uno se vuelve a armar, uno se levanta de la caída y sigue, la vida sigue, sigues construyendo, te construyes de nuevo. Pero llega un momento en que la caída es de una altura mayor, cuesta más levantarse, seguramente cuesta más porque algo roto hay, seguramente vuelves a andar igual al sanar la rotura y seguramente siempre vas a recordar esa caída, la más dura, la chica más guapa, el gato hembra más bonito, seguramente no quieres olvidar esa caída desagradable porque fue lo mejor que te pasó en vida.

Gato del bien



Cuando dicen que un gato negro trae “mala suerte” es porque:
A. El mismo gato negro vive con la suerte dándole las espaldas.
B. El gato negro vive con mala suerte y encima nos la contagia, o
C. El gato negro no tiene ninguna mala suerte y es una estupidez nuestra.
A ti gato te dedico esto, porque no estás solo, algunos vemos por tu bienestar y te queremos…
No te rindas, no desmayes, no te dejes caer, no interrumpas a destiempo los pasos que aún debes andar. No es cierto que vendrán tiempos mejores, serán peores, no por eso debes permitir que todo lo malo te derrote y menoscabe y rebaje a la triste condición de cadáver impertinente.

El reloj



“El reloj” de Charles Baudelaire, dice que los chinos ven la hora en los ojos de los gatos. En la mirada de mis gatos se encuentra algo tan infinito como nuestros sueños, tan inexplicable como nuestro comportamiento de seres in-humanos, tan sublime como el amor. De los lugares donde mi mente está y ha estado, el mejor de todos, sin duda alguna, es la mirada de mis gatos, en ellos el mundo con el cual sueño a diario es real, es tangible, es mío. En la mirada de mis gatos los duendes y los demonios son mis compañeros de camino. No se necesitan los pies porque todo está suspendido, todo levita, todos volamos. En la mirada de mis gatos veo lo que no encuentro acá, todo lo que existe dentro de aquellos ojos vastos tiene armonía, las apariencias son lo último que se toma en cuenta pues no hablamos para comunicarnos, ni vemos con los ojos. En la mirada de mis gatos siento la tristeza no como la conocemos ahora si no como que fuera parte de mí, parte de nosotros, parte de todos, que nos extiende su mano, que nos alimenta y que nos llena. En la mirada de mis gatos realmente hay una felicidad indescriptible que envuelve a cualquier invitado, que hace sentir vivo, feliz y completo. Esa mirada que, en un gran porcentaje de personas, no se encuentra. -Confiando siempre en las excepciones-.
“¿Por qué te gustan tanto los gatos?” reza mi mamá cada vez que hablo enamorado de ellos, espero haber podido responder tu inquietud.

Crudo con amor


Recordaré los besos, nuestros labios crudos con amor, y cómo me diste todo lo que tenías, y cómo te ofrecí lo que quedaba de mí, y me acordaré de tu pequeña habitación, la sensación de la luz de la ventana, tus registros, tus libros, nuestras mañanas de café, nuestras tardes, nuestras noches, nuestros cuerpos derramados, durmiendo juntos, las corrientes que fluyen diminutas, inmediatas y para siempre, tu pierna, mi pierna, tu brazo, mi brazo, tu sonrisa y la calidez de ti, quien me hizo reír de nuevo.

Charles Bukowski
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